El Gran Chaco es la segunda ecorregión boscosa más extensa de Sudamérica, ocupando más de 100 millones de hectáreas entre Argentina, Paraguay y Bolivia. Está conformada por una amplia diversidad de hábitats, entre ellos bosques, sabanas, pastizales y humedales, constituyendo el soporte vivo de un entramado biológico, social y productivo.
El Gran Chaco es hogar de más de 3.400 especies de plantas, 500 especies de aves, 150 especies de mamíferos, 120 especies de reptiles y 100 especies de anfibios. Además, gracias a los servicios ecosistémicos que provee, esta ecorregión contribuye a la mitigación y adaptación al cambio climático y la regulación hídrica, y da sustento a la vida de las comunidades locales, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico.
Sin embargo, a pesar de su gran valor el Gran Chaco es una de las regiones más amenazadas del planeta: se encuentra entre los 11 sitios con mayor deforestación del mundo y niveles más altos de degradación. Esta región enfrenta la pérdida sostenida de su patrimonio natural y cultural principalmente por el cambio de uso del suelo para producción agropecuaria y forestal y para negocios inmobiliarios, ocasionando graves consecuencias ambientales, sociales y económicas.
En Argentina ya hemos perdido más del 30% de los bosques chaqueños y necesitamos accionar urgentemente para evitar la deforestación y conversión de los ecosistemas naturales. El Gran Chaco se encuentra en situación de emergencia y necesita hoy del aporte de todos los sectores de la sociedad.